La imagen pública de los periodistas en España empeora año tras año. Ésta es la conclusión a la que llega el último Informe Anual de la Profesión Periodística, realizado por la Asociación de Prensa de Madrid, según informó hace unos días Público. El estudio afirma que casi un 60% de los ciudadanos tiene una una imagen regular (48,9%), mala (8,3%) o muy mala (2,4%) de los informadores, frente al 52,5% del año anterior. Y al contrario, sólo el 39,3% tiene una imagen buena (36,8%) o muy buena (2,5%) de los periodistas, un dato inferior al de los años precedentes.
La vulneración de la intimidad de los periodistas del corazón, (48,9%), la manipulación informativa (29,3%), el partidismo de las informaciones (28,6%), el sensacionalismo (23,1%) y la insistencia en temas de poco interés (16,7%) son los motivos que los ciudadanos alegan para desconfiar cada vez más en los periodistas.
Desde el otro bando, los profesionales de la comunicación afirman que la precariedad laboral que sufren es la causante del deterioro de la prensa. Además, la crisis económica ha hecho que las presiones de las fuentes de financiación sean tan altas que los medios han de someterse a sus dictados.
Como periodista soy testigo del deterioro de mi profesión, tanto de las condiciones laborales que sufrimos los redactores (salarios bajos, jornadas laborales interminables, etc.) como de la falta de calidad, rigor y honestidad de los medios.
Hace unos días llegó por casualidad a mis manos una información que corrobora los datos de este informe. Se trataba de un e-mail de un gran medio de comunicación dirigido a compañías de teatro. Explicaba que estaban preparando un gran reportaje sobre "los mejores espectáculos del 2009" y ofrecía puestos destacados en este "ranking" a cambio de la módica cantidad de 8000 euros. ¡8000 euros por un pequeño espacio en un reportaje!
Casos como este llevan a reflexionar sobre el juego absurdo en el que participan muchos medios. Estoy deseando ver el reportaje para ver qué compañías han decidido "comprar" su parcela de "mejor espectáculo" del año.
Está claro que hay que dar un nuevo rumbo a esta profesión, adaptarla a las necesidades de la sociedad, a las nuevas tecnologías. El público ha dejado de creer en los comunicadores porque se ha dado cuenta de que muchos están sometidos a una red de intereses que manipula la información. Ojalá aprovechemos la crisis (la económica y la profesional) para repensar nuestros medios, hacerlos más participativos y recuperar la confianza de todos.
Fotos: Flickr
La vulneración de la intimidad de los periodistas del corazón, (48,9%), la manipulación informativa (29,3%), el partidismo de las informaciones (28,6%), el sensacionalismo (23,1%) y la insistencia en temas de poco interés (16,7%) son los motivos que los ciudadanos alegan para desconfiar cada vez más en los periodistas.
Desde el otro bando, los profesionales de la comunicación afirman que la precariedad laboral que sufren es la causante del deterioro de la prensa. Además, la crisis económica ha hecho que las presiones de las fuentes de financiación sean tan altas que los medios han de someterse a sus dictados.
Como periodista soy testigo del deterioro de mi profesión, tanto de las condiciones laborales que sufrimos los redactores (salarios bajos, jornadas laborales interminables, etc.) como de la falta de calidad, rigor y honestidad de los medios.

Casos como este llevan a reflexionar sobre el juego absurdo en el que participan muchos medios. Estoy deseando ver el reportaje para ver qué compañías han decidido "comprar" su parcela de "mejor espectáculo" del año.
Está claro que hay que dar un nuevo rumbo a esta profesión, adaptarla a las necesidades de la sociedad, a las nuevas tecnologías. El público ha dejado de creer en los comunicadores porque se ha dado cuenta de que muchos están sometidos a una red de intereses que manipula la información. Ojalá aprovechemos la crisis (la económica y la profesional) para repensar nuestros medios, hacerlos más participativos y recuperar la confianza de todos.
Fotos: Flickr
No diré que es una sorpresa, pero me da vergüenza igual. Cada vez estoy más desencatada de los medios de comunicación de masas, que no es lo mismo que estar desencantada del periodismo y de la comunicación. Afortunadamente las TIC nos dan infinidad de posibilidad inimaginables hace unos años. Desde descubrir radios comunitarias o conocer agregadores de noticias que permiten publicar las noticias elegidas por los propios usuarios, hasta informarse a través de las redes sociales, nos da la oportunidad de ir haciendo brechas a este círculo informativo al que nos someten los mass media.
Espero que cada vez más personas elijamos medios de comunicación alternativos y creemos así nuestra propia agenda informativa. Tenemos a nuestro alcance muchas formas de hacerlo y de salir del control de los grandes grupos mediáticos que dominan el discurso de los medios convencionales.
Felicidades por tu blog, tu post de hoy es, por ejemplo, un arma más para darnos cuenta de cómo los medios convencionales nos deseducan y nos desinforman.